sábado, 6 de octubre de 2007

Copas

La copa es el ultimo eslabón en la cadena del vino, que empieza en el viñedo y termina en el consumidor. Hay toda una serie de secretos con respecto a las copas y conocer estos secretos es entrar a una nueva dimensión en la degustación de vinos.

La elección de una copa no depende de una cuestión estética (aunque la verdad es que son una pieza de arte) sino de las características de un vino. Por ejemplo, cuanto más joven es el vino más grande debe ser la copa para poder apreciar su máximo espectro de aroma y sabor. En una copa demasiado pequeña, el vino joven no puede respirar y probablemente se muestre muy cerrado, tal vez excesivamente maderizado, vulgar…

Las copas más grandes son siempre recomendadas para vinos con aromas más delicadas y solo hay que llenarlas un poco.

Las variedades que se deben tener son:

  1. Las copas de vinos tintos: conocida como la “Copa París” , es lo suficientemente grande como para que se llene sólo la tercera parte, que es la cantidad perfecta para apreciar el vino
  2. La “Tulipán”: es perfecta para todos los fines, pues resulta ideal para cualquier vino tinto o blanco, al igual que para el champagne
  3. Las copas de vino blanco: tiene el pie más largo para evitar que al sostenerlas, las manos calienten el vino. Su cristal claro y delgado permiten ver el color del vino, y sus lados ligeramente inclinados hacia adentro concentran el aroma
  4. La copa de jerez: encauza el aroma del vino hasta las fosas nasales, con un tamaño perfecto para beberlo, cuando se sirve hasta la mitad
  5. La flauta de champagne: es la más tradicional y bella para el vino espumoso. Su gran profundidad y poco diámetro hacen que el gas dure más tiempo y no se evapore rápidamente después de servirlo

1. Riedel - Red 3. Riedel - White 5. Riedel - Champagne

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